¿Cómo restaurar una motocicleta?
Son muchos los amantes de las dos ruedas que sueñan con tener su máquina clásica, restaurada por sus propias manos. Por supuesto, no es un trabajo fácil y se requiere de habilidad (además de conocimientos).
Este largo tiempo de cuarentena puede ser el momento ideal para poner manos a la obra, y la restauración de una motocicleta parece una buena idea para ocupar varias horas diarias.
Pero para llevarlo a cabo necesitamos algo así como «una hoja de ruta», o mejor dicho «pasos a seguir». Por ellos vamos a guiarte, para que tengas una noción básica de cómo puedes comenzar a restaurar una moto.
Primer paso: el más obvio de todos, pero no así el más sencillo: elegir la motocicleta. Para comenzar con la tarea necesitamos de un ejemplar, este completo o no, aunque si es la primera vez lo más recomendable es que la moto esté bastante entera. Tenemos que saber qué tipo de máquina queremos restaurar, y sobre todo tener en cuenta nuestros conocimientos. El modelo elegido debe ir acorde a lo que sabemos, ya que de qué año y procedencia sea la moto será su dificultad.
Segundo paso: conocer el estado de la motocicleta, y ver si podemos encenderla. Obviamente depende de las condiciones en las que se encuentre la máquina. Si es la primera vez en restaurar la máquina. Si es la primera vez en restaurar una moto, lo ideal sería que el motor funcione, o por lo menos que podamos prenderlo (aunque no sea en el primer intento).
Tercer paso: empezamos con lo más complicado: desarmar la moto. Para esto tendremos que ser cuidadosos, pero sobre todo ordenados. Vamos a necesitar mucho espacio para colocar las piezas a medida que vayamos desmontando la máquina. Además podemos guardar cada cosa por separado en cajas o recipientes, para que no se mezclen. Un truco para recordar dónde van cada una de las piezas es sacar fotos de todo, antes de empezar la tarea.
Cuarto paso: es momento de revisar cada elemento de la motocicleta, para separarlo según el estado de cada uno, y hacer tres grupos: por un lado todo lo que solamente necesite limpieza y que podamos restaurarlo nosotros mismos; luego las piezas que debamos llevar a talleres especializados; por último las cosas que no sirven y tengamos que tirar. Cuidado, antes de desechar algo debemos encontrar la pieza que la reemplazará.
Quinto Paso: si tuviste especial cuidado en el paso tres y cuatro, el cinco no será tan dicifil: armar la máquina. Antes de ponerte a atornillar y unir, elergí por dónde empezar. Para no dejar nada librado al azar tendremos que planear qué partes de la moto armaremos, cuál será antes y cuál después: el motor, la parte delantera, la trasera. Si sacamos fotos de todo el ejemplar, este es el momento de usar esas imágenes.
Sexto paso: con la motocicleta ya completa pasaremos a encenderla, no te desanimes si no sale al primer intento. Tendrás que ver cuál es el problema e intentar solucionarlo. Por supuesto, para hacerle la puesta a punto siempre es mejor pedírsela a un experto.